
De la Madrid se sonroja
- Javier Mejía
- 29 de julio de 2023
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Enrique de la Madrid confía en recolectar las 150 mil firmas que le permitan continuar en la siguiente fase del proceso en busca de ser el coordinador el Frente Amplio por México, aunque no quiso decir cuántas firmas lleva a un mes de concluir dicho plazo
«No nos metan en la bolsa del pasado»
Cuando Miguel de la Madrid Hurtado fue presidente de Mexico (1982-1988) su hijo Enrique tenía 20 años de edad y ahora, 40 años después, aspira a ser candidato y sueña con ser Presidente de México.
A su paso por estas tierras mexicalenses, el priísta se reunió con empresarios, comerciantes, clases medias, dirigencias y militantes de partidos aliados con el objetivo inmediato de recolectar las firmas que le permitan coordinar el Frente Amplio Va por México.
En rueda de prensa, uno de los diversos temas fue el hecho de ser hijo de un expresidente.
–Ventajas o desventajas?
— Le tocó un gobierno bien difícil recibió un país quebrado y enfrentado, tres meses antes se dió la nacionalización de la banca. Todo eso lo afrontó siendo tenaz, constante, sereno, conciliador y respetuoso, aunque alguna gente piense otra cosa, expresó.
El aspirante priísta no deja de sentirse orgulloso de su origen, de las oportunidades que ambos (Miguel y Paloma Cordero) le brindaron y de la vida, pero no se considera un privilegiado por dicha condición frente a un ciudadano común.
Autonombrado el representate de la educación, el abogado egresado de la UNAM dice, sin embargo, que «nos nos metan en la bolsa del pasado», anteponiendo su desempeño en los cargos tanto en el sector público como en la iniciativa privada, y la constante crítica al actual gobierno federal del Lópezobradorismo
Seguirían apoyos sociales…
Con un discurso dirigido a rescatar a las clases medias del país, Enrique de la Madrid Cordero descarta, a la vez, que se pretenda retirar los apoyos sociales, sino que por el contrario y, de principio, se pensaría en aumentar los recursos, así como instaurar un «gobierno de coalición», en el escenario de llegar a la candidatura por el Frente Amplio y aspirar a la Presidencia de México.
Una frase simpaticona…
El gobierno federal no se está combatiendo con fuerza al crimen organizado, más allá de la frase de «abrazos y no balazos que rima y es simpaticona, pero es una tontería», expuso Enrique de la Madrid, en rueda de prensa, durante su gira en busca de firmas para continuar con sus aspiraciones políticas
De la Madrid se sonroja
Los insultos entre la clase política son parte del juego político que se da porque «la política es un deporte virtual pero también de contacto».
Quién no ha escuchado a un político o a una política decir una grosería?. Casi siempre las dicen «en corto» , entre la gente, en los eventos político-electorales, en busca de firmas y posteriormente por los votos en su aspiración de disputar el Poder.
Los políticos dicen groserías cuando están con sus más cercanos, con quienes es se sientan en confianza, pero nunca donde estuviera la prensa.
Sobre el tema hay mucha bibliografía, por lo que el interés, en este espacio, es reponer el barroco asunto de la sucesión presidencial «adelantada», sin perjuicios ni reproches, ahora desde este ángulo, el de recurrir a una palabrota o alguna grosería en boca de los y las políticas
Hablar con leperadas, entre los privilegiados, ha existido desde tiempos remotos. Son siempre de llamar la atención, sobre todo cuando las emiten en público. Son noticia en función del personaje y del contexto. Decirlas no implica problemas emocionales o necesariamente incurrir en una vulgaridad.
La gente «educada» puede cuestionar a quienes las emplean, teniendo nuestro lenguaje tan basto de vocablos y de contar con una gran capacidad de invención de otros tipos de expresión
Es más, se ocupa de estilo para decir una leperada y tener la certeza de que serán efectivas y hasta bien recibidas, entre el humor mexicana. Cuando se utilizan sistemática y «sin ton ni son», podrían ser parte de un padecimiento emocional.
Este tema del lenguaje propio e impropio para unos y otros, según las buenas costumbres o de aquellos desparpajados que las dicen sin el menor rubor y que, muchas veces, les resultan certeras y efectivas, de lo políticamente correcto o no, de que son expresiones propias de la cultura popular y quien las emite puede posesionarse en algún sector de la población. Están asociadas a lo emocional, a lo que puede conectar con la gente o también puede resultar fallido a los fines presupuestados.
El tema, insistimos, viene al caso por la presencia del hijo del ex presidente De la Madrid el viernes 28 en tierras Cachanillas, donde se reunió con empresarios, productores, militantes de los partidos aliancistas en el Frente Amplio a fin de recolectar las 150 mil firmas para pasar a la siguiente fase política en pos de la coordinación opositora.
En un salón de céntrico hotel, ubicado en la avenida Benito Juárez, el priísta se autonombro como el representante del campo y de la educación, de ahí no se salió. Y lo más fuerte que dijo, en su escala de las groserías, fue que en el gobierno de AMLO se cometen «muchas babosadas», y de otros babosos que lo toleran.
Dijo que no utilizaría otro término porque lo estaban grabando en el salón refrigerado y donde no había más de cien asistentes. Quedó la impresión de que el abogado e hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, es de los que se sonrojan en un ambiente de groserías, insultos o albures, entre otra picaresca mexicana. Y echando a volar la imaginación, cómo sería un debate entre Enrique de la Madrid vs Xochitl Gálvez o aún más contra Gerardo Fernández Noroña de llegar a ese remoto escenario político?
Los comentarios sean bienvenidos, incluso de los ilusos en general. Escuche al ex secretario de Turismo durante los últimos cuatro años del sexenio de Peña Nieto:»…
