José Ramón y sus patadas de ahogado

• Javier Mejía
• 2 de julio de 2022
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Por Javier Mejía

El día 28 de junio, será el martes negro para José Ramón López Hernández, aún coordinador de los regidores de morena en el Cabildo de Mexicali.

Ese día como se dice coloquialmente “se le cayó el cantón a José Ramón”.

Sus manos le sudaban más que de costumbre y no dejaba de frotarlas en sus rodillas. Traía seca la boca porque a las 10 de la mañana, en la sede del PRI estatal, Joel Blas Ramos daba a conocer una serie de irregularidades cometidas por el morenista en el manejo de los apoyos sociales beneficiando indebidamente a sus dos asesores y a sus familias.

Ni a que santo rezarle para sacarlo del atolladero en el que esta metido el Joserra, tras de la contundencia y el soporte documental de la denuncia presentada en la Sindicatura, en la Fiscalía General del Estafo y en el Congreso de Baja California por el representante del PRI en el Instituto Estatal Electoral de la entidad.

Reunión de regidores de morena

Han pasado cinco días desde que Joserra recibió el mazaso político y nadie a dicho “está boca es mía” para salir en su defensa.

Cada vez está más solo aquel ferviente estudiante de la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la UABC que levantaba la mano izquierda para exigir un plebiscito que impidiera el alza a las tarifas del transporte público de pasajeros en Mexicali.

Ninguno de los ocho regidores y regidoras de morena le han manifestado su apoyo. Se han tardado mucho en salir en bloque convocando a una rueda de prensa para defender a su aún coordinador, y “poner el pecho a las balas”.

También los diputados y diputadas han hecho mutis. La dirigencia estatal y municipal de morena brillan por su ausencia, así como algunos que ilusamente mezclan el periodismo con la militancia morenista con fines inconfesables.

Evidentemente los primeros que debieron haberlo hecho serían sus compañeros del Cabildo con quienes trascendió se habría reunido Joserra, quien les habría confesado que lo dicho en aquella rueda de prensa del “martes negro” todo era cierto.

Atrás quedaron sus primeras reacciones del morenista de que necesitaría revisar lo dicho por Joel Blas Ramos, que es un tema político, que las cucarachas del PRI, que el circo decadente del tricolor, que evaluaría contra demandar al priísta y que no tiene pensado pedir licencia al cargo.

Atrás deberían de quedar sus actitudes soberbias, excluyentes, manipuladoras, carentes de oficio político y presumiblemente ilegales

Y, en suma, su conducta de anteponer el poder a las causas, así como las vulgares ambiciones a las convicciones democráticas y a los principios progresistas que hoy podrían ser la tumba política de Joserra

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