
Yo Claudio X, el acusador
- Javier Mejía
- 21 de abril de 2024
- Mexicali, Opinión
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Por Javier Mejía
El día jueves 18 estuvo Claudio X González junior en Mexicali. Su objetivo: descalificar al gobierno del presidente López Obrador, y continuar la «guerra» de epítetos que ambos han tenido prácticamente durante todo el sexenio, tiempo en el que éste se ha auto erigido como un luchador por «la democracia y contra la dictadura».
Egresado de la Escuela Libre de Derecho, Claudio X, a diferencia de su progenitor, no hizo carrera empresarial, sino que se ha dedicado a la consultoría jurídica, a la docencia, fue funcionario público y participante en campañas políticas en 1988, 1994 y en el 2000, con el PRI, de acuerdo a las redes sociales y buscadores de información como Facebook y Google.
De paso, manifestó su apoyo tanto a Xóchitl Gálvez como a su amigo Francisco Fiorentini, a nivel local
Se puede estar o no de acuerdo con sus puntos de vista, lo cual es naturalmente válido porque la afinidad «nos va haciendo rígidos e intolerantes» y, en lo político, es sano «un sistema de pesos y contrapesos porque permite acotar a todos y evitar lo imposición de una voluntad sobre las demás» escribió el politólogo José Woldenberg,
En ese sentido, sólo expondré mi desacuerdo a la valoración que hizo González Fajardo al afirmar que el peor sexenio será el actual y, a su vez, defendió los periodos de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas
Aquella etapa fue más de una década perdida que estuvo marcada por la galopante corrupción del poder, que se evidenció significativamente en la «reconstrucción» por el terremoto de 1985, devaluaciones del peso, falta de crecimiento económico, inflación, desempleo, pérdida del poder adquisitivo, ensanchamiento de la desigualdad social, degradación de la educación básica y superior que, en lo particular, padecimos, en ese momento, los universitarios y represión a los movimientos sociales.
Asimismo, el salinato (1988-1994) arrancó con el fantasma del fraude electoral y la «caida del sistema», el levantamiento armado del EZLN en la selva Lacandona, con la falsa ilusión de que México entraría al primer mundo económico con el Tratado de Libre Comercio (proceso fallido en el que por cierto su padre Claudio X González Laporte participó directamente). Fue también un sexenio negro por los crímenes políticos Luis Donaldo Colosio, José Francisco Ruiz Massieu y del Cardenal José de Jesús Posadas Ocampo, así como de cientos de asesinatos contra militantes de la vieja izquierda, Y, para cerrar el triste cuadro sexenal, con la aparición del mítico chupacabras.
Puede haber algo peor que eso?, por qué defender lo indefendible? son preguntas que siguen en la memoria colectiva de muchos mexicanos que formamos parte de esa generación –que hoy en día rondamos los 60 años de edad–, incluído el propio Claudio X González junior, aunque bajo muy distintos orígenes y diferentes perspectivas.
Claro que durante su estancia en Mexicali — la primera en su vida que yo tengo registrada– el consultor jurídico no refirió dichas realidades precisamente porque esos dos sexenios fueron en los que su progenitor empezó a amazar una enorme e insultante fortuna económica hasta convertirse, a la sombra del poder, en uno de los hombres más ricos de México, de acuerdo a la revista Forbes.
Y los datos confirman esta realidad que derrumban sus apreciaciones y su discurso muy poco creíble.
Él no padeció carencia alguna, ni tampoco sobre saltos que le hayan perturbado su feliz infancia y su cómoda adolescencia de quién prácticamente «nació en pañales de seda».
Como muchos juniors, González Fajardo ha vivido «en un recreo permanente y hasta se sienten seductores,»
No cabe duda que en la historia política de México han desfilado Presidentes grises, represores, frívolos, corruptos, censuradores, abusivos y autoritarios, que heredaron al pueblo de México unaserie de crisis sistémicas recurrentes, por lo que defender a los susodichos resultaria un abominable disparate.
